El bohemio viajó a Santiago del Estero para enfrentar a Mitre, que venía de cuatro derrotas consecutivas y el técnico hacía varias cambios para salir de la mala racha. Era el partido ideal para hilvanar 2 triunfos seguidos y llegar de la mejor manera al clásico. Pero el partido se dio de una manera que no fue la esperada. Si bien en el comienzo, el bohemio tenía algo más la pelota, nunca lo plasmaba en llegadas al arco contrario. Muy poco en términos de jugas de riesgo. Apenas un remate de Dramisino desde la media luna tras un despeje de la defensa que ataja sin dificultades Larrea. Pero González iba a cometer un penal innecesario que Romero iba a cambiar por gol a los 17. Luego del gol, poco y nada. Como siempre, todo lo relativo a la generación de juego depende de Galeano y Juan solo no puede hacer milagros. Y fue Juan el que intentó inquietar el arco rival con un remate bajo desde la media luna que ataja Larrea en dos tiempos. Después nada más en la primera etapa.

El segundo tiempo comenzó sin cambios en los equipos. No pasó nada en los primeros minutos. A los ingresan Bisanz y Medina en lugar de Marín y Ríos. Y justamente Medina en la primera que toca envía un centro que un defensor local saca al córner cuando entraba Galeano para empujarla. A los 20 ingresaban Díaz y González en lugar de Ferrari y Ramírez. Y justamente Díaz iba a convertir el 2 a 0 a los 27 con un remate al que Sumavil le puso muy poca resistencia. Si estando un gol abajo se hacía complicado empatar, 2 goles abajo y con menos tiempo se hizo aún peor. Así todo se contó con algunas chances para descontar que no se aprovecharon, así como el local pudo convertir el tercero a través de González, pero por suerte la pelota se iba a ir afuera. Llegar al clásico con una goleada en contra, sería aún peor.

El técnico tiene 2 semanas para preparar el clásico. Como todo clásico, es un partido importante. En nuestro caso, es la última oportunidad para encauzar el equipo. El impacto anímico de ganar podría generar una racha de partidos con más victorias y estando cerca del cierre del campeonato, podría dejarnos cerca del reducido. Pero para eso hay que ganar el clásico

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